Abrir los ojos

Parece fácil ese gesto de abrir los ojos

como si fuera lo mismo que chupar un caramelo de fresa

de esos que te dejan los labios rojos

O incluso que morder otro labio

Pero son cosas bien distintas

Abrir los ojos tiene algo de disfrute

Pero tiene más de esfuerzo para frenar el deseo de mantenerlos cerrados

Para no ver

Con los ojos cerrados hay más silencio

Yo, a veces, lo intento con todas mis fuerzas

Ojos cerrados

Pero luego, irremediablemente, los abro

No tanto por los caramelos ni por los labios rojos

Más bien porque sé que

aunque parece que no conseguiremos cambiar nada

no queda más remedio que intentarlo