
A menos de un año del inicio de la pandemia, vemos cómo el COVID-19 ha hecho de disparador de múltiples crisis que ya estaban latentes, convirtiéndose así en lo que Ramonet llama “hecho social total, en el sentido de que convulsiona el conjunto de las relaciones sociales, y conmociona a la totalidad de los actores, de las instituciones y de los valores”.