Con la asimetría normativa, característica de la lex mercatoria, se blindan los “derechos” del gran capital, mientras la protección de los derechos humanos se va desplazando hacia el ámbito de lo declarativo. De modo análogo, puede decirse que existe una asimetría punitiva. 🧵

— Pedro Ramiro (@pramiro_) December 11, 2022

Por una parte, se sofistican los mecanismos legales (también alegales e ilegales) de control y disciplinamiento social. Por otra, se obstaculiza la persecución de los crímenes económicos y ecológicos internacionales.

— Pedro Ramiro (@pramiro_) December 11, 2022

A la vez que se desarrollan innovaciones legislativas para catalogar como delitos los nuevos métodos reivindicativos de los movimientos sociales, apenas hay herramientas técnico-jurídicas para adaptar los marcos regulatorios al modus operandi habitual de las grandes empresas.

— Pedro Ramiro (@pramiro_) December 11, 2022

La judicialización del derecho a la protesta se efectúa a través de una batería de tipos penales renovados y actualizados para perseguir cada vez más formas de acción colectiva. Exigir responsabilidades penales a las grandes corporaciones, sin embargo, se vuelve misión imposible.

— Pedro Ramiro (@pramiro_) December 11, 2022

¿Cambiar el código penal para incluir la doble imputación (de las personas físicas y jurídicas) por las violaciones de derechos humanos cometidas por las transnacionales? Muy complicado, ni hablar.

¿Cambiar el código penal para incluir nuevas formas de acción colectiva? Pero ya.

— Pedro Ramiro (@pramiro_) December 11, 2022

Para el derecho a la protesta: triple reforma del Código Penal, Ley de Protección de Seguridad Ciudadana y Ley de Seguridad Privada (2014-15), que nadie ahora tiene intención de derogar.

Para el derecho al lucro: códigos de conducta, "responsabilidad social" y diligencia debida.

— Pedro Ramiro (@pramiro_) December 11, 2022

Cárcel por pegarse a un cuadro, por cortar el tráfico, por echar pintura aquí o allá... En este artículo publicado en @eldiarioes, @raulrejon repasa la situación penal en la que quedan activistas en Australia, Países Bajos, Reino Unido y el Estado español.https://t.co/HlE7GlZF5w

— Pedro Ramiro (@pramiro_) December 11, 2022

Las crisis del sistema son respondidas por los colectivos que están señalando los graves impactos socioecológicos, quiénes son sus responsables y qué hacer para frenarlos. Y las medidas punitivas van a ser incapaces de ocultar indefinidamente el auge de la conflictividad social.

— Pedro Ramiro (@pramiro_) December 11, 2022

Están redoblando la presión vía burrorepresión y multas, como primer paso de una escalada represiva que pasa por la judicialización y que, llegado el caso, cargará con todo contra las movilizaciones sociales. Frente a eso, autoorganización y desobediencia.https://t.co/s12Tc7Ymcn

— Pedro Ramiro (@pramiro_) December 12, 2022

Frente a la escalada represiva, escalada en los repertorios de acción colectiva.https://t.co/awHCsQ9Qo5

— Pedro Ramiro (@pramiro_) December 12, 2022