Porque el ritmo de la vida estruja, a menudo los audios de los mensajes se escuchan dándole al botón de 2x para tardar, por ejemplo, 30 segundos en oírlos en vez de 60.

Ella no. Ella habla ralentizada. Cada palabra, de principio a fin, tarda en pronunciarla casi el doble de lo que ocuparía la mayoría de la gente.

Por eso es una persona de las imprescindibles. Porque ella recuerda la importancia de frenar para escuchar cómo circulan las gotas de lluvia sobre las hojas de los árboles, pasando de una a otra, plic, plac, antes de caer, con mucha más suavidad, sobre la tierra.