Denuncia de un líder indígena Misak y de organizaciones de derechos humanos a la corporación transnacional del embalaje Smurfit Kappa por sus impactos socioecológicos en Colombia
SumOfUs, OMAL y LASC (29 de abril de 2022)
Martes 3 de mayo de 2022

Foto: Stephen S T Bradley
Smurfit Kappa se ve presionada por un nuevo informe que revela el devastador impacto de las operaciones comerciales de la empresa en Colombia. Grupos de defensa de los derechos y un líder indígena fueron bloqueados en la junta de accionistas para impedir su denuncia a los altos ejecutivos.
El pasado jueves 29 de abril se impidió a un líder indígena misak y a activistas por la justicia social entrar en la junta de accionistas del gigante mundial del embalaje, Smurfit Kappa, para impedir que llegaran sus denuncias a los altos ejecutivos de la compañía.
A pesar de la creciente presión ejercida sobre la empresa por parte de grupos de activistas de todo el mundo, Smurfit Kappa impidió que el líder de los Misak, Pedro Jose Velasco Tumiña, y otros nueve accionistas asistieran a la reunión en la que tenían previsto denunciar el impacto devastador de las operaciones de la empresa en la región del Cauca, en Colombia, a los ejecutivos.
Los grupos también celebraron una protesta antes de la reunión para poner de manifiesto sus preocupaciones a los accionistas de la empresa. La protesta coincidió con la publicación de un nuevo informe que revela cómo las operaciones de la empresa están perturbando el suministro de agua y alimentos de las comunidades indígenas, agravando el conflicto entre las comunidades y las fuerzas de seguridad, y amenazando la biodiversidad de la región. La investigación fue elaborada por el grupo de defensa global Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL), SumOfUs y el Centro de Solidaridad con América Latina (LASC).
El líder de Misak y ex gobernador, Pedro Jose Velasco Tumiña, dijo:
"He viajado miles de kilómetros desde mi casa para mirar a los ojos al director general de Smurfit Kappa y pedirle a su empresa que deje de destruir nuestras tierras ancestrales. Ahora intentan silenciar la voz de mi comunidad".
"Esta empresa depredadora ha acaparado la tierra disponible para la agricultura, ha perturbado nuestro suministro de agua y alimentos y ha talado la selva tropical y los bosques andinos, todo ello con ánimo de lucro".
"Y como Smurfit Kappa posee una proporción tan alta de tierras en la región, su presencia está agravando los conflictos por la tierra con las comunidades indígenas, campesinas y afrocolombianas. Es hora de que estas tierras sean devueltas a sus legítimos propietarios".
Alys Samson, activista de SumOfUs, dijo: "Smurfit Kappa ha hecho toda una declaración al prohibir que un líder indígena hable en la reunión de hoy. Durante décadas se han beneficiado de estas tierras ancestrales y las acciones de la empresa hoy han dejado claro que no tienen ningún interés en escuchar a las comunidades a las que afectan".
"El descarado aprovechamiento de esta empresa de las tierras indígenas robadas es el ejemplo perfecto del colonialismo moderno. SumOfUs está aquí para estar al lado de los pueblos indígenas, para proteger a la gente y al planeta".
Narella Forte, coordinadora de LASC, dijo: "Este caso es la prueba perfecta del abuso empresarial y la opresión neocolonialista. Una empresa que crea un eslogan de lavado verde diciendo: "No hay planeta B" mientras destruye el ecosistema natural de las tierras indígenas de América Latina no puede ser aceptado".
"Estamos orgullosos de apoyar al pueblo misak en su lucha y esperamos que esta empresa entre en razón y devuelva a esta comunidad sus tierras ancestrales".
Erika González, investigadora de OMAL y co-autora del informe: "Las operaciones de Smurfit Kappa en Colombia no sólo tienen impactos negativos para el medio ambiente, con la extensión de monocultivos que profundizan la contaminación y el deterioro de los ecosistemas; también tienen impactos económicos, con la destrucción de la economía local, y la dificultad para acceder a los bienes comunes; políticos, con la criminalización y represión de activistas y defensores de los derechos humanos, y socioculturales que afectan las formas de vida y los derechos de los pueblos indígenas."
Las principales conclusiones del informe son las siguientes:
- Las plantaciones de monocultivo de pinos y eucaliptos de Smurfit Kappa utilizan grandes volúmenes de agua, por lo que las principales fuentes de agua de los Misak se están agotando o desviando hacia las plantaciones. El agotamiento de las fuentes de agua también está teniendo un impacto perjudicial sobre la tierra y la biodiversidad de la región.
- La empresa ha talado grandes extensiones de selva tropical, lo que ha tenido un efecto devastador en el ecosistema y en la biodiversidad de la región, incluida la eliminación de los árboles autóctonos.
- La presencia de la empresa en la región ha agravado el conflicto entre las comunidades indígenas, el gobierno y las fuerzas de seguridad. El pasado noviembre, miembros de la comunidad Misak fueron atacados por un grupo de trabajadores de Smurfit Kappa. El ejército, aunque presente, no respondió. Smurfit Kappa justificó la reacción del ejército con el argumento de que pondría fin a la "invasión" protagonizada por "ciertos miembros" de las comunidades indígenas y campesinas, a la tala de sus plantaciones y a la sensación de inseguridad de su mano de obra.
- Si bien no existe un vínculo directo entre la empresa y los conflictos específicos entre las comunidades, las fuerzas de seguridad y el gobierno, los líderes indígenas y los activistas están viendo la creciente criminalización de los líderes que se oponen a las actividades de Smurfit Kappa. La empresa recurre cada vez más a las fuerzas de seguridad colombianas para reprimir estas protestas.
- La empresa tiene estrechos vínculos tanto con el gobierno irlandés como con el colombiano. En el informe hay pruebas de que el consulado irlandés en Colombia y Smurfit Kappa han compartido una dirección, y que el correo electrónico del consulado es un dominio de Smurfit Kappa.
Smurfit Kappa es uno de los mayores fabricantes de embalajes de Europa y opera en Colombia desde hace décadas. El año pasado, SumOfUs lanzó una campaña pública para mostrar el apoyo mundial a la lucha de los Misak, y más de 150.000 miembros de SumOfUs han firmado desde entonces una petición en la que se pide a la empresa que deje de destruir las tierras indígenas.
Las operaciones de Smurfit Kappa abarcan 67.000 hectáreas de tierras que el pueblo misak y paez, o nasa, reclama como patrimonio ancestral.
Las imágenes están disponibles para uso editorial en este enlace de Flickr.
Smurfit Kappa comes under pressure as new report reveals the devastating impact of company’s business operations in Colombia. Advocacy groups and Indigenous leader blocked from confronting company executives inside shareholder meeting.
A Misak Indigenous leader and social justice campaigners were blocked from confronting top executives of global packaging giant, Smurfit Kappa, after being denied entry to the company’s annual investor meeting in Dublin today.
Despite growing pressure on the company from global campaigning groups, Smurfit Kappa barred Misak leader, Pedro Jose Velasco Tumiña, and nine other shareholders from attending the meeting where they planned to confront executives with evidence of the devastating impact of the firm’s operations in the Cauca region in Colombia.
The groups also held a protest ahead of the meeting to highlight their concerns to company shareholders.
The protest coincided with the publication of a new report that uncovered how the company’s operations are disrupting Indigenous communities’ food and water supplies, aggravating conflict between communities and security forces, and threatening the region’s biodiversity. The research was put together by the Observatory of Multinationals in Latin America (OMAL) global advocacy group, SumOfUs and the Latin America Solidarity Centre (LASC).
Misak leader and former governor, Pedro Jose Velasco Tumiña said: “I have traveled thousands of miles from my home to look the CEO of Smurfit Kappa in the eye and ask his company to stop destroying our ancestral lands. Now they are trying to silence the voice of my community".
“This predatory company has grabbed the land available for agriculture, disrupted our water and food supply and cut down the rainforest and Andean forests, all for profit.
“And because Smurfit Kappa’s owns such a high proportion of land in the region, their presence is aggravating land conflicts with Indigenous, peasant and Afro-Colombian communities. It’s time for this land to be returned to its rightful owners.”
Alys Samson, SumOfUs Campaigner said: “Smurfit Kappa has made quite a statement by prohibiting an Indigenous leader from speaking at today’s meeting. For decades they have profited from these ancestral lands, and the company’s actions today made it loud and clear that they have no interest in even listening to the communities they impact".
“This company’s shameless profiteering from stolen Indigenous lands is the perfect example of modern day colonialism. SumOfUs is here to stand alongside Indigenous Peoples, to protect people and the planet”.
Narella Forte, LASC coordinator said: “This case has been the perfect proof of corporate abuse and neo-colonialist oppression. A company that creates a greenwash slogan saying: “There’s no planet B” while destroying the natural ecosystem of Indigenous lands in Latin America can’t be accepted".
“We are proud to stand by the Misak people in their struggle and we hope this company comes to its senses and gives back to this community their ancestral lands.”
Erika González, researcher at OMAL and author of the report: “Smurfit Kappa operations in Colombia don’t only have negative impacts for the environment, with the extension of monocultures that deepen the pollution and the deterioration of the ecosystems; they also have economic impacts, with the destruction of the local economy, and the difficulty to access common goods; political impacts, with the criminalization and repression of activists and human rights defenders, and socioculturally affecting the ways of life and rights of Indigenous people.”
Key findings from the report include:
- Smurfit Kappa’s monoculture plantations of pine and eucalyptus trees use high volumes of water, and as a result the Misak’s main sources of water are either being depleted or redirected to the plantations. The depletion of water sources is also having a damaging impact on the land and the region’s biodiversity.
- The company has cut down large areas of rainforest - this has had a devastating effect on the ecosystem and on biodiversity in the region, including the elimination of native trees.
- The company’s presence in the region has aggravated conflict between Indigenous communities, the government, and security forces. In one instance last November, members of the Misak community were attacked by a group of Smurfit Kappa workers. The army, although present, did not respond. Smurfit Kappa justified the army’s reaction with the argument that it would put an end to the "invasion" led by "certain members" of Indigenous and peasant communities, the cutting down of its plantations, and its workforce’s feeling of insecurity. (3)
- While there is no direct link between the company and specific conflicts between communities, security forces and government, Indigenous leaders and campaigners are seeing the growing criminalization of leaders who oppose Smurfit Kappa’s activities. Increasingly, the company is relying on Colombian security forces to repress these protests.
- The company has close links both with the Irish and the Colombian government. In the report there is proof that the Irish consulate in Colombia and Smurfit Kappa have shared an address, and that the consulate email is a Smurfit Kappa domain.
Smurfit Kappa is one of Europe’s largest packaging manufacturers and has operated in Colombia for decades. Last year, SumOfUs launched a public campaign to show global support for the Misak’s fight, and over 150,000 SumOfUs members have since signed a petition calling on the company to stop destroying Indigenous land.
Smurfit Kappa’s operations cover 67,000 hectares of lands which the Misak and Paez, or Nasa, people claim ancestral heritage of.
An embargoed copy of the report is available on request. Backgrounders, media briefings and interviews are available.
Images free for editorial use are available on this Flickr link.
Ver en línea : Informe completo aquí >>