Portada del sitio > Privatización y Derechos Humanos. Recursos Naturales y Transnacionales

Privatización y Derechos Humanos. Recursos Naturales y Transnacionales

Campaña Prohibido Olvidar

Sábado 30 de junio de 2007

A continuación se extrae un fragmento de la investigación, en concreto en lo referido a la construcción de la presa de Salvajina en el norte del Cauca (Colombia) que tuvo un elevado impacto ambiental, social y cultural y que actualmente en manos de Unión Fenosa. En este extracto, los investigadores hilan con la mínima intervención un conjunto de testimonios de las personas que sufrieron directamente la construcción de la presa y la represión ante la demanda del respeto a sus derechos.

Con la construcción del embalse de Salvajina, en 1980, en el Departamento del Cauca, se inicia un proceso de compra de tierras, migraciones y empobrecimiento de los pobladores aledaños al río.

“A la gente le decían: ‘le damos esta plata y usted con esto compra en otra parte’, y la gente como no sabía cuánto valía en otra parte, recibió esa plata y creía que con eso iba a comprar en otra parte una finca mejor que la que tenían, pero resulta que la gente no compró nada porque esa plata no le alcanzó para nada. Mucha gente se fue para Cali, Villa Rica o Jamundí, pero no compraron nada, pagaban arriendo, se gastaron la plata y les tocó volver acá. Casi se me olvida, algo curioso en cuanto al pago de las tierras, pagaban por ejemplo dos millones de pesos en billetes de 200, eso era un montón, entonces entró la locura y uno regalaba, otro tiraba. La gente volvió a ocupar estas tierras, mucha gente ha vuelto, otra se ha quedado en la ciudad, pagando arriendo o quién sabe. Eso ha sido una situación económica muy mala que ha creado una desestabilizad en la mayor parte de la gente. Por eso se hizo la marcha del 86, porque la gente volvió a reclamar estas tierras”.

JPEG - 37.2 KB

El acta de la marcha del 86 fue firmada, entre el 13 y 14 de agosto con las comunidades indígenas, con el Incora, el gobierno nacional, el Gobernador del Cauca y las comunidades campesinas de la región, Lo que encontramos en el presente es un cumplimiento aproximado de un 30%. Según lo que uno escucha de la gente de la región es que la comunidad quiere retomar la organización, plantear una evaluación del acta y ejecutar lo que falta por hacer de esa misma acta. Como no se ha cumplido y el decreto sigue vigente, ahora con la nueva empresa y las organizaciones que surgen por la misma necesidad, se pretende organizar y promover para que lo del acta sea un justo cumplimiento del Estado.

“Después de la marcha, la negociación y el Acta del 86 cada uno llegó tranquilo a su casa, todos muy cansados. Nos seguimos reuniendo, muchos se reunían para exigir la indemnización de los mineros, porque mucha gente se quedó sin trabajo, supuestamente ya habían indemnizado algunos mineros, entonces se hizo una lista con la gente que tenía derecho a la indemnización y reubicación de los mineros. La empresa al verse tan apretada, ofreció pagarle 190.000 pesos a cada minero y la gente aceptó eso, pero eso no compensaba lo que se perdió, y hasta ahora no se ha visto la primera reubicación de un minero y los de la empresa dicen que ya han cumplido”.

“La gente también se siguió reuniendo para ir ejecutando lo que se había ganado en la marcha, pero como hubo mucha persecución, mucha agresión, a una gente le tocó retirarse. Un caso fue el del presidente de la Asociación Pro damnificados, llegaron a la casa, lo intimidaron y por seguridad y supervivencia le tocó irse, dejó abandonada la organización y que la retomaran otros líderes”.

“La organización se formó para la movilización y se llamó Asociación Pro damnificados, con personería jurídica número 18 de mayo del 86. Fue la única organización que quedó figurando con todo el peso, los instrumentos para seguirle el cumplimiento al acta de la Salvajina, pero luego con los nuevos líderes vinieron las discrepancias por intereses y demás, y se individualizaron las problemáticas y se dividió la organización. Por ejemplo, el acuerdo era colectivo entre indígenas y campesinos, luego los indígenas se separan, luego nace otra organización que se llama Asociación de Mineros Independientes, luego otra que se llama la Asociación de Impulso. Cuando se divide la asociación en 4 ramos, se pierde estabilidad, pero sigue la personería jurídica, porque a través de la organización se tienen muchas cosas: dotaciones de lancha, enseres, muchas cosas, por ejemplo esos planchones se consiguieron por allí. Los administradores que quedaron no supieron administrar, dejaron acabar todo, y de allí para acá ha sido muy difícil elegir líderes que se apersonen y administren como es. La deshonestidad se hizo presente y hasta allí llegó el proceso colectivo”.

“Otro ejemplo de la persecución es el caso del doctor Oscar Elías López, que fue el abogado de organizaciones que formamos parte de la movilización del 86 y que trabajó mucho para promoverla junto con los líderes. Cuando él interviene en un segundo momento del proceso, teniendo en cuenta que había sido uno de los cerebros de la movilización, es cuando le dan muerte un día cualquiera, tomándose un café en la ciudad de Bogotá por extraños, de eso hace aproximadamente unos 8 años en el 95, 96. Todo esto ha servido para que las organizaciones se vayan debilitando”.

Los miembros del Consejo Regional Indígena del Cauca - CRIC - en Colombia, protagonizaron en 1986 multitudinarias protestas en contra de la construcción de la hidroeléctrica TSalvajinaT, a la vez que reclamaban compensaciones más justas por parte de la agencia constructora. (IWGIA newsletter, 47).

Estos acuerdos, de La Salvajina, El Nilo, Jambaló y La María, tienen como eje central la adquisición de tierras y la financiación de proyectos productivos con destino a las comunidades indígenas. Según los líderes indígenas del Norte del Cauca han tenido un mínimo cumplimiento, ya que de los 22 proyectos identificados por las comunidades indígenas, se aprobaron 11 y de estos solo se financió una parte de tres. También en el caso de la TSalvajinaT hay un aspecto pendiente referido al reconocimiento y pago de perjuicios por la utilización del territorio para la construcción de la represa y los derivados de la repercusión social, ecológica y cultural ocasionada por la construcción y desarrollo del proyecto.

Campaña Prohibido Olvidar


Para ver el Informe completo pinchar en el icono:


¿Quién es usted?
Su mensaje

Para crear párrafos, deje simplemente líneas vacías.


Twitter

Vimeo >>

PNG - 5.3 KB