Tizas de colores
María González Reyes
Domingo 25 de abril de 2021
Un día, antes de terminar la última clase, las niñas y los niños cogieron las tizas que estaban colocadas junto a las pizarras en sus aulas y las guardaron en sus mochilas y sus bolsillos.
Cuando salieron, sin hacer caso a todas las voces que decían “Quietos”, “Pero ¿dónde vais?”, “¡Cuidado con los coches!”, se bajaron de la acera y se colocaron en plena calzada, ese sitio que siempre está reservado para los vehículos con motores de distintas intensidades.
Y, con sus manos pequeñas y decididas, escribieron con letras muy grandes en el suelo:
QUEREMOS QUE ESTE ESPACIO SEA PARA JUGAR Y PARA MONTAR EN BICI
Y cuentan que, a partir de ese día, su deseo se cumplió.
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