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El infierno ecológico de los “paraísos industriales”

Júlia Martí, Mikel Otero e Iñaki Barcena (Gara, 20 de enero de 2020)

Miércoles 29 de enero de 2020

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[Euskaraz behean]

En la sociedad vasca, tanto en las narrativas sociopolíticas de los medios como en el imaginario popular perviven Emiliano Zapata o el nuevo zapatismo, los "cárteles" del narco o los gobiernos corruptos de PRI y del PAN, así como la opresión y represión sobre los pueblos indígenas o las personas migrantes de América del Sur y Central. Sin embargo, poco o nada conocidas y poco mencionadas son otras realidades creadas por el neoliberalismo a raíz de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, 1994) y con la Unión Europea(1997). Realidades asfixiantes, de contaminación y muerte.

Para darlas a conocer, hace unos meses la Asociación Nacional de Afectados Ambientales (ANAM) de México y el Transnational Institute de Amsterdam (TNI) nos invitaron a participar en una caravana de 1.500 km, desde el océano Pacífico hasta el Caribe, llamada #ToxiTour. El evento tenía varios objetivos. Primero, visibilizar y dar a conocer esta grave situación y para ello, reunir documentación y evidencias de las 6 zonas contaminadas seleccionadas, con la ayuda de investigadoras y de profesionales de la medicina y la toxicología. En tercer lugar, presionar a las instituciones mexicanas y por supuesto, denunciar y presionar a las compañías multinacionales ante instituciones políticas de los Estados Unidos, de Europa y de Euskal Herria para detener las actividades industriales ilegales y faltas de toda ética, humana o ambiental.

Con esta intención, formamos un grupo de 40 personas, dos parlamentarias europeas, una senadora estadounidense y un parlamentario vasco junto a académicos y ecologistas de México, Argentina, Ecuador, Alemania, Irlanda, Cataluña y Euskal Herria en un autobús del 2 al 9 de diciembre. Al finalizar en la Ciudad de México, expusimos ante los medios de comunicación y ante Víctor Manuel Toledo, ministro de Medio Ambiente lo visto y aprendido en la caravana. De hecho, la cobertura de los medios en México ha sido excelente, como nos han comentado desde las comunidades que visitamos.

La caravana #ToxiTour ha recorrido 1.500 km, a través de 7 estados mexicanos y se ha detenido en 6 lugares que destacan por la acumulación de problemas ambientales, sanitarios y sociales.

De la acumulación de químicos y envenenamiento de personas en el río Santiago, Jalisco, pasamos a los problemas con el arsénico y los fluoruros por sobreexplotación de acuíferos en Guanajuato. De allí saltamos al Valle del Mezquital, Hidalgo, donde las 6 cementeras, las minas a cielo abierto, las 5 termoeléctricas de fueloil, las centrales de ciclo combinado, la refinería, la industria química y la llegada de aguas negras de Ciudad de México dejan un panorama dantesco de polvo, humos negros y olores tremendos. Para rematar, nos indicaron que, mientras Cargill explota el acuífero a través de ocho tomas de agua, a la comunidad local se le suministran 1,5 horas de agua cada 3 días.

En Tlaxcala y Puebla comprobamos como el río Atoyac y sus afluentes están muertos por acumulación de vertidos industriales sin control. Se trata de una zona en la que se concentran empresas automovilísticas, también vascas, que producen para grupos como Volkswagen. Además, también recogimos muchos testimonios de violencia contra la resistencia a la expansión del entramado industrial. Y terminamos en Coatzacoalcos, Veracruz, zona cero del petróleo mexicano, zona de refinerías y de nubes de polvo de coque. Ciudad fantasma con toque de queda de facto, la gente no sale por temor a las múltiples violencias. Lo único que vimos por la noche fueron policías fuertemente armados o migrantes centroamericanos en tránsito, durmiendo en la calle por docenas.

Los problemas se acumulan, y a las variadas formas de violencia estructural mexicanas más conocidas en el exterior (contra las mujeres, los migrantes o los pueblos originarios o del narco) se le superpone una violencia ambiental que mata más, aunque más lento. Es más, la violencia socioambiental llega mezclada con las otras, ya que el narco revienta resistencias donde las autoridades no convencen a los habitantes locales de las maravillas de la próxima obra, carretera, gasoducto, industria, etc.; organiza la trata de blancas para satisfacer la demanda de los trabajadores industriales; o condiciona las consultas para que los pueblos originarios permitan desarrollar proyectos en sus territorios. La violencia ambiental se esconde sistemáticamente, pero las muertes por insuficiencia renal, linfoblastomas u otros tipos de cáncer se cuentan por cientos de miles, y los retrasos mentales por contaminación neurotóxica son habituales. En definitiva, podemos hablar de la existencia de zonas de sacrificio ambiental donde se está practicando un genocidio ambiental.

Desde Euskal Herria también tenemos una responsabilidad sobre esta situación. El Gobierno Vasco ha situado a México como país estratégico para la internacionalización empresarial, una apuesta política que maquilla la realidad social y ambiental que vive México, escondiendo las sistemáticas vulneraciones de derechos humanos, de las que las empresas transnacionales se benefician. En las constantes visitas diplomáticas y empresariales del Ejecutivo Vasco hacia México, siempre se resaltan las condiciones favorables a los negocios, pero en ningún caso se plantean los riesgos de trabajar en un país en el que se criminaliza y asesina a defensoras del territorio, donde los derechos sindicales y laborales son mínimos y las regulaciones ambientales completamente insuficientes.

Urge comprometerse desde las instituciones, las empresas y la sociedad vasca para poner fin a esta situación. El discurso del respeto a la legalidad no es suficiente, no basta con respetar las leyes y regulaciones del país en el que se implantan las empresas, es imprescindible garantizar que la actividad de las empresas vascas no contribuye a la violación de derechos humanos ni a la devastación ambiental. Es por ello que tanto desde las instituciones como desde la sociedad civil se debería controlar la actividad de las empresas vascas en el exterior para garantizar que no vulneran derechos humanos y emprender medidas legales en caso contrario. Así mismo, las Políticas de Internacionalización Empresarial deberían ser coherentes con la defensa de los derechos humanos y con el reconocimiento de la emergencia ambiental aprobada recientemente por el Parlamento Vasco. No se puede seguir apoyando ni técnica ni financieramente a aquellas empresas que se implantan en los llamados "infiernos industriales".

Un primer paso para ello es el compromiso que han tomado las organizaciones políticas, sociales y sindicales agrupadas en la campaña EHk Kapitalari Planto para denunciar y visibilizar los impactos que generan las empresas vascas tanto en nuestro territorio como en el exterior. Tejiendo alianzas internacionales contra los impactos de las empresas multinacionales y contra los tratados comerciales y de inversión, cuyas consecuencias más graves se hacen patentes en México, ejemplo devastador de cómo destruir la vida en un país a través de la desregulación y el "libre" comercio.

 


Júlia Martí Comas es investigadora de OMAL, Mikel Otero Gabirondo es parlamentario de EH Bildu en Gasteiz y Iñaki Barcena Hinojal es profesor de la UPV-EHU y miembro de Ekologistak Martxan.


 

Mexiko, infernu ekologiko

Julia Martí Comas, Mikel Otero Gabirondo, Iñaki Barcena Hinojal (Berria, 2020ko urtarrilak 15)

Euskal jendartean eta gure komunikabideen narratiba soziopolitikoan ezagunak dira Emiliano Zapata eta zapatismo berria, narkoen cartel-ak edota PRI eta PAN-en gobernuen ustelkeriak, herri indigenak eta Hego eta Erdialdeko Amerikako migranteen pairamen eta zapalkuntzak ere, dudarik gabe. Ez dira ezagutzen, aldiz, neoliberalismoaren poderioz, NAFTA edo Ipar Amerikako Merkataritza Libreko Akordioa (1994) eta Europar Batasunarekikoa (1997) sinatuz gero sortu ziren «paradisu industrialen» errealitate kutsakor, itolarri eta hilkorrak.

Duela hilabete batzuk Mexikoko ANAM-ek (Asamblea Nacional de Afectados Ambientales) eta Amsterdam-eko Transnational Institute-k (TNI) gonbita egin ziguten Ozeano Baretik Kariberaino, 1.500 kilometroko karabana batean parte hartzeko, #toxicTour izenekoa. Hasieratik, helburu zehatz batzuk markatuta zeuden. Lehenik, egoera tamalgarri hau ikusaraztea, eta bi, aukeratutako sei toki/gune kutsatu horietako dokumentazioa eta ebidentziak biltzea, ikerlarien eta bertoko mediku eta toxikologoen laguntzarekin. Hirugarrenez, Mexikoko intituzioei eta Europako zein AEBetako enpresa multinazional eta instituzio politikoen aurrean salaketak eta presio egitea, etika eta legez kanpoko jarduera industrial pozoitsuak geldi ditzaten. Asmo horiekin, 40 lagun, Europako, AEBetako eta Gazteizko parlamentariak, akademiko eta ikerlariak zein Mexiko, Argentina, Kolonbia, Alemania, Irlanda, Catalunya eta Euskal Herriko ekologistak, Irizar markako autobus batean ibili gara 2019ko abenduaren 2tik 9ra. Bukaeran, Mexikoko hirian, ikusi, ikasi eta bizitakoaren berri komunikabideen eta Victor Manuel Toledo ingurumen ministroaren aurrean aditzera eman genuen. Egia esan, Mexiko barrenean lortutako oihartzun mediatikoa nabarmena izan da eta bisitatu ditugun komunitateetako lagunek egindako ahalegina eskertu digute.

#ToxicTour karabanak 1.500 kilometroko ibilbidea izan du, 7 estatu federal zeharkatuz eta ingurumen, osasun eta jendartean arazo bereziak eragin dituzten sei eremu aztertuz. Jaliscoko Santiago ibaitik, non gai kimikoen pilaketa eta pertsonen pozoinketa ikusi genuen. Guanajuatora joan ginen, bertatik bertara akuiferoen gainesplotazioaren ondorioz fluoruro eta arsenikoaren kutsadura hilkorra dagoen eremua ikustera. Handik Hidalgoko Mezquital bailarara, non industria kutsatzaileen metaketak (Mexiko hiriko ur-zikinak, zementua, mehatzaritza, findegia, fueloilezko termoelektrikak etab.) egoera ikaragarria sortu duen. Bertako hautsak, keak eta usainak jasanezinak dira, baina min ematen du entzuteak nola Cargill enpresak akuiferoari zuzenean 8 tutuetatik ura ateratzen dion bitartean, herritarrek hiru egunez behin, ura txorrotean ordu eta erdiz bakarrik jasotzen duten. Ekialderago, Tlaxcala eta Pueblan, Atoyac ibaiaren arro osoa hil dute kontrolik gabeko isuri industrialen ondorioz. Eragileak? Volkswagen bezalako enpresa handientzako lan egiten duten milaka enpresen isurteak, baita hainbat euskal enpresenak ere. Veracruzeko Coatzacoalcosen amaitu zen tourra, petrolio mexikarraren erdigunea, findegien gunea, coke hauts hilkorraren gunea. Mamu-hiri honetan ez dabil inor kalean gabaz, narkoaren erresuma da, biolentzia anitzen eremua. Gabaz ikusi genuen bakarra izan zen armaz jositako polizia edo AEBetara bidean doazen dozenaka migratzaileen presentzia, kale gorrian lo egiten.

Arazoak metatzen doaz, eta dagoeneko atzerrian ezagunak diren egiturazko biolentzia mota ezberdinez haratago (emakumeen aurka, migratzaileen aurka, indigenen aurka edo narkoa bera), ingurumen esparruko biolentzia gainezartzen da, besteek baino gehiago hiltzen duena, mantsoago bada ere. Ingurumenarekin lotutako bortizkeria besteekin batera iristen dela esango genuke, narkoak erresistentziak txikitzen baititu azken industria, obra, proiektua onartzen ez duten herritarren aurka oldartuz. Edo emakumeen salerosketa egiten du industrialdeetako langileen sexu nahiak asetzeko helburuarekin. Edo indigenen lurretan derrigorrezkoak diren kontsultak baldintzatzen ditu proiektuak onartuak izan daitezen. Finean, ingurumen bortizkeria sistematikoki ezkuta badaiteke ere, ehunka milaka kasu daude giltzurrun gaixotasun edota mota desberdinetako minibiziena. Baita pozoiketa neurotoxikoak eragindako gaitasun mentalaren atzerapen kasu ugariak ere. Esaldi batean laburbiltzearren, ingurumen ikuspuntutik sakrifizio eremuak dira, non ingurumen genozidio batez hitz egiten hasi beharrean gauden.

Euskal Herritik ere egoera honen erantzukizuna dugu. Eusko Jaurlaritzak enpresak nazioartekotzeko herrialde estrategikotzat du Mexiko. Konpromiso politiko honek, Mexikok bizi duen gizarte eta ingurumen errealitatea apaintzen du, eta azteken herrialdean gertatzen diren giza eta ingurumen eskubideen urraketa sistematikoak ezkutatzen ditu, korporazio transnazionalen onurarako. Euskal exekutiboak Mexikora egindako etengabeko bisita diplomatikoetan negozioen aldeko baldintzak nabarmentzen dira beti, baina ez dira inolaz ere kontuan hartzen lan egiteko baldintzak eta arriskuak, lurraldearen defentsan dihardutenen kriminalizazio eta erailketak, sindikatu eta lan eskubideen gutxiespena eta ingurumen araudi eta kontrol eskasak.

Premiazkoa dugu erakundeek, enpresek eta gizarte zibilak konpromisoa hartzea egoera honi amaiera emateko. Legalitatea errespetatzearen diskurtsoa ez da nahikoa. Ezartzen diren herrialdeko legeak eta araudiak errespetatzeaz gain, ezinbestekoa dugu euskal enpresen jarduerek giza eta ingurumen eskubideak urratzen edo suntsitzen ez dituztela ziurtatzea. Horregatik, bai erakundeek bai gizarte zibilak atzerrian dauden euskal enpresen jarduera kontrolatu beharko lukete, giza eskubideak urratzen ez dituztela bermatzeko eta kontrakoan legezko neurriak har ditzaten. Era berean, Enpresa Nazioartekotzeko Politikak koherenteak izan beharko lirateke giza eskubideen defentsarekin eta Eusko Legebiltzarrak onartu berri duen ingurumen larrialdia aitortzearekin. «Infernu industrialak» deitutako guneetan ezartzen diren enpresei ezin zaie finantza- edo laguntza teknikorik eman.

Horretarako, urrats eredugarri bat da «EHk Kapitalari Planto» kanpainan bildutako erakunde politiko, sozial eta sindikalek egindako konpromisoa, euskal enpresek gure lurraldean eta atzerrian sortutako inpaktuak salatzeko eta ikusarazteko. Eta batera, enpresa multinazionalen eraginen aurka eta merkataritza eta inbertsio itunen kontrako nazioarteko aliantzak ehunduz. Mexikon dugu adibidea, hantxe ageri baitira ondoriorik larrienak, desrregulazioaren eta merkataritza «aske» baten bidez, herrialde baten «bizitza» suntsitzeko.

 


Júlia Martí Comas OMAL eta Feministaldeko kidea da, Mikel Otero Gabirondo EHU Bilduko legebiltzarkidea da eta Iñaki Barcena Hinojal EHUko irakaslea eta Ekologistak Martxaneko kidea da.


Ver en línea : Gara, 20 de enero de 2020.


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