Luchadoras
María González Reyes
Domingo 31 de diciembre de 2017
Cuando la mataron no estaba sola. Fueron tantos tiros que aun teniendo mala puntería hubiese sido imposible no matarla. Pero los que disparan nunca tienen mala puntería. No estaba sola cuando los escuchó llegar. Menos mal. A los que buscaron a gente capaz de dispararla les sobraba esa mujer. Les sobraba su tesón porque no hicieran una represa en un territorio de alto valor ecológico. Les sobraba su palabra paciente y cercana con las que viven abajo. Les sobraba sus conocimientos para argumentar que la naturaleza no podía seguir soportando tantos empujones. Les sobraba su fuerza. Les sobraba esa mujer y por eso la mataron. Pero ella no estaba sola. Menos mal. Y por eso su lucha siguió con igual fuerza después de que la mataran.
Ver en línea : Más relatos aquí >>