Mercado, empresas y pobreza 2.0

Según el pensamiento hegemónico, la gran empresa, el crecimiento económico y las fuerzas del mercado se articulan como los pilares básicos sobre los que han de sustentarse las actividades socioeconómicas de cara a combatir la pobreza. Pero el pretendido objetivo de esta reorientación empresarial no es el de atajar las causas estructurales que promueven las desigualdades sociales e imposibilitan las condiciones para vivir dignamente a la mayoría de la población mundial, sino más bien el de gestionar y rentabilizar la pobreza de acuerdo a los criterios del mercado: beneficio, rentabilidad, retorno de la inversión.

Es lo que hemos caracterizado bajo la denominación de pobreza 2.0, y constituye uno de los negocios en auge del siglo XXI. En los países del Sur global, por un lado, eso se traduce en el deseo del sector privado de incorporar a cientos de millones de personas pobres a la sociedad de consumo; en el Norte global, por otro, significa la no exclusión del mercado de la mayoría de la población, una cuestión en auge ante el creciente aumento de los niveles de pobreza en las sociedades occidentales como consecuencia de las medidas económicas que se están adoptando para “salir de la crisis”.

De esta manera, en este renovado enfoque teórico para aproximarse al fenómeno de la pobreza, el discurso oficial pasa por alto la responsabilidad de las grandes corporaciones en el origen de la crisis sistémica que hoy sufrimos. A su vez, también se obvia el hecho de que sean estas compañías —concretamente, sus máximos accionistas y directivos— las que están siendo las principales beneficiarias del crack. Al contrario, se propone el fomento de la actividad empresarial, la iniciativa privada y el emprendimiento innovador como los argumentos fundamentales para la recuperación económica.

 

VIDEO: “Pobreza, una epidemia que genera beneficios” (OMAL, 2012).

Presentación del libro "Pobreza 2.0" (Icaria, 2012) from OMAL on Vimeo.