Mercados

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Es un término popularizado a partir de 2010 en Europa y que hace referencia a un tipo de mercado concreto: los mercados financieros internacionales. Los mercados financieros son los lugares (físicos, electrónicos o telefónicos) donde se intercambian unos tipos de productos determinados: los títulos (instrumentos, activos) financieros. En teoría, los mercados financieros desempeñan un papel esencial para el funcionamiento económico como es el de la intermediación entre los agentes que tienen capacidad de financiación y quienes tienen necesidad de financiarse.

En las tres últimas décadas se ha producido una expansión sin precedentes de los mercados financieros. El espectacular crecimiento de éstos en la era de la globalización neoliberal está ligado a cambios importantes que se pueden sintetizar en la llamada regla de las 3D: desintermediación, descompartimentación (liberalización) y desreglamentación. Empezando por esta última, la desreglamentación consiste en liberar a los mercados de las interferencias administrativas y en suprimir los obstáculos que frenan la competencia entre los agentes económicos. Gracias a ella se han desarrollado mucho los llamados mercados OTC (Over The Counter) donde se negocian instrumentos financieros (acciones, bonos o derivados) directamente entre dos partes, fuera del ámbito de los mercados organizados y regulados como las BOLSAS tradicionales. La liberalización significa tanto apertura de los mercados nacionales como eliminación de las barreras que compartimentan los diferentes mercados financieros nacionales. Por su parte, la desintermediación se refiere a que las empresas, en lugar de financiarse pidiendo prestado a los bancos, acuden directamente a los mercados financieros, emitiendo acciones, obligaciones, etc. Paralelamente a este menor papel de los intermediarios bancarios, y de su actividad tradicional de depósitos y préstamos, esta actividad de intermediación clásica se desarrolla cada vez más en mercados no regulados (OTC), a través de lo que se ha venido a denominar “banca en la sombra”. El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) define el sistema bancario en la sombra como un «sistema de intermediación crediticia conformado por entidades y actividades que están fuera del sistema bancario tradicional».

No se podrían entender los cambios producidos en las finanzas sin las innovaciones tecnológicas, sobre todo en el tratamiento y la transmisión de la información. Hasta la década de los ochenta, los mercados tenían una encarnadura física, cara, nombres y ubicación geográfica determinada. Hoy no es así y la globalización financiera es una realidad muy perceptible aunque etérea, porque el negocio financiero está basado, como pocos, en satélites y en rutas de fibra óptica.

Agentes financieros

En la actualidad, los principales, aunque no únicos, agentes son los grandes bancos comerciales y los inversores institucionales (fondos y compañías de seguros) y, por tanto, son quienes controlan los mercados financieros. Los inversores institucionales se caracterizan porque sus activos son de titularidad colectiva y sus operaciones son dirigidas por gestores profesionales. Existen tres grandes tipos de fondos: los fondos de pensión, los fondos de inversión y los hedge funds o fondos de cobertura.

Los fondos de pensión colectan una parte del salario mensual de los trabajadores y trabajadoras y especulan en los mercados financieros para hacer fructificar este capital colectado. Los fondos de inversión se constituyen a través de aportaciones individuales de personas o entidades privadas con el propósito de participar en los mercados financieros de manera que los ahorros son gestionados por especialistas de la inversión. Por su parte, los hedge funds son organismos privados que gestionan tanto fondos de los propios gestores como grandes sumas prestadas (apalancamiento) y se caracterizan por realizar inversiones de alto riesgo. El Quantum Funds de Georges Soros es el más conocido de ellos. En los últimos años se ha modificado la composición de sus participantes, ya que los fondos de inversión y los fondos de pensiones han ido realizando aportaciones crecientes a los hedge funds.

Otro tipo de fondos que está teniendo un protagonismo creciente en los mercados financieros son los Fondos Soberanos de Inversión (FSI). Un FSI es un vehículo de inversión de propiedad estatal que controla una cartera de activos financieros nacionales e internacionales. El departamento del Tesoro de EE.UU. define a estos fondos soberanos como «vehículos inversores financiados por el superávit de las balanzas de pago cuyos activos se gestionan de forma distinta a las reservas oficiales en manos de las autoridades monetarias». Los primeros FSI existen desde la década de los cincuenta del pasado siglo, cuando algunos países productores de petróleo crearon estos vehículos de inversión para diversificar y obtener una rentabilidad extra al dinero recaudado con la venta de crudo. El número de fondos está creciendo con fuerza y hoy ya hay más de cincuenta. Los mayores fondos soberanos son los de Emiratos Árabes Unidos, Noruega, Arabia Saudí, China, Kuwait, Hong Kong, Singapur, Rusia y Catar.

Las AGENCIAS DE CALIFICACIÓN o agencias de rating son también actores claves de los mercados financieros y se encargan de calificar los títulos financieros tanto privados como públicos.

Tipos de mercados

Los mercados financieros se pueden calificar según múltiples criterios pero, atendiendo a su relevancia y a los productos que se negocian, los más importantes son los mercados de divisas, acciones, deuda, y derivados. En los mercados de divisas se intercambian monedas que los agentes económicos necesitan para financiar sus operaciones comerciales, de inversión productiva, etc. La expansión de los mercados de divisas ha sido espectacular desde la caída del sistema monetario de Bretton Woods en la década de los setenta, caída que puede ser considerada como el primer gran triunfo del neoliberalismo. A partir de ese momento aumentó muchísimo la especulación con divisas. Es entonces cuando el Nobel de economía James Tobin propuso tasar estas compraventas con un impuesto —que se conoce como tasa Tobin o tasa Robin Hood— para poner freno a la especulación.

En las BOLSAS se intercambian fundamentalmente acciones y deuda. Una acción es un título de propiedad que corresponde a una fracción del capital de una empresa; es un título de renta variable porque la rentabilidad depende de los beneficios de la empresa. Los títulos de deuda (bonos, obligaciones) son emitidos por gobiernos (deuda pública) y grandes empresas (deuda privada) con el objetivo de financiar sus actividades. Además, en estos mercados se convierten en negociables —se titulizan— los créditos concedidos por los bancos comerciales. Es el caso de los CDO (Collateralized Debt Obligation, obligaciones de deuda garantizada), que son productos que incluyen bajo un solo paraguas varias emisiones de deuda distinta —entre ellas, préstamos subprime ligados a hipotecas basura— que pueden comercializarse por tramos.

Los derivados son productos financieros que cubren el riesgo —normalmente derivado de los cambios de precio— de un activo principal, denominado activo subyacente. Los activos subyacentes pueden ser acciones, bonos de empresa o de estados, divisas, tipos de interés, índices bursátiles o precios de materias primas como petróleo, trigo, café, etc. Los derivados son productos financieros complicados, prácticamente virtuales, que surgieron para proteger a compradores y vendedores de las fluctuaciones de precios pero que se utilizan fundamentalmente para especular. La mayor parte de los derivados cotizan en mercados OTC. Es el caso de los CDS (Credit Default Swaps, seguros de impagos de préstamos), que fueron claves en la crisis financiera que estalló en 2008 en EE.UU. Los CDS cubren contra el impago de deuda privada o pública, con la paradoja de que para adquirirlos no hace falta tener esos títulos de deuda. Es como si las pólizas de seguros contra incendios se compraran y vendieran libremente por personas ajenas al dueño de la vivienda asegurada.

 


BIBLIOGRAFÍA:

  • ARIAS, X.C. Y COSTAS, A. (2011): La torre de la arrogancia. Políticas y mercados después de la tormenta, Ariel, Barcelona.
  • HDEZ. VIGUERAS, J. (2012): El casino que nos gobierna. Trampas y juegos financieros a lo claro, Clave intelectual, Madrid.
  • MEDIALDEA, B. (coord.) (2011): Quiénes son los mercados y cómo nos gobiernan, Icaria, Barcelona.
  • TAIBBI, M. (2011): Cleptopía. Fabricantes de burbujas y vampiros en la era de la estafa, Lengua de trapo, Madrid.
  • TORRES LÓPEZ, J. Y GARZÓN ESPINOSA, A. (2009): La crisis financiera. Guía para entenderla y explicarla, ATTAC.