OMAL

“La transición se ha tornado confusa, con el riesgo de afectar gravemente el proceso de cambio”

Entrevista a Magdalena León (FEDAEPS, Ecuador)

Miércoles 29 de noviembre de 2017

Con motivo de su presencia en Bilbao como ponente del XII. Curso OMAL, celebrado el pasado 23 de noviembre, pudimo conversar ampliamente con Magdalena León, abordando diversas cuestiones relacionadas con la actual coyuntura latinoamericana y ecuatoriana. Os dejamos aquí una transcripción de esta entrevista.

JPEG - 79.1 KB

Magdalena León (Cayambe, 1959) , economista feminista y militante del movimiento de mujeres de larga trayectoria. Es integrante de la REMTE –Red Latinoamericana Mujeres Transformando la Economía-, de la Fundación de Estudios, Acción y Participación Social –FEDAEPS, y del Grupo de Trabajo ‘Feminismos, transformaciones y alternativas en América Latina’ de CLACSO –Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales-. Ha intervenido como asesora en el proceso constituyente ecuatoriano y en la definición de políticas públicas y marcos normativos en cuanto a economía social y solidaria, trabajo, producción, soberanía financiera. Integró el equipo de formulación del Plan Nacional para el Buen Vivir 2009-2013. Sus publicaciones recientes tienen que ver con economía del Buen Vivir, economía solidaria y feminismo

Cuando se han cumplido ya seis meses del cambio de gobierno en Ecuador, tras diez años de vigencia del proceso denominado Revolución Ciudadana liderado por Rafael Correa, se perciben señales de tensión y confrontación interna que parecen poner en riesgo la continuidad de dicho proceso.

En diálogo con el Observatorio de Multinacionales en América Latina, la ecuatoriana Magdalena León, integrante de FEDAEPS, caracteriza este momento como confuso, y enfatiza en la urgencia de una reorientación para revertir un escenario que parece ir del desgaste a la abierta ‘autodestrucción’.

Identifica varios aspectos cuyo denominador común es la confusión. Los hechos referidos no han dejado de sorprender dentro y fuera del país, dadas las grandes expectativas que generó un resultado electoral visto como clave para mantener unos mínimos de continuidad en el proceso ‘progresista’, hoy asediado y debilitado en varios países de la región.

Tratando de seguir una cronología, parte del momento electoral de 2017. “Las dos vueltas de febrero y abril, se realizaron en un ambiente de confrontación, incluso con episodios de violencia que no habían ocurrido en una década. Una oposición fortalecida optó por desechar la candidatura única de convergencia y participó con siete listas, auto identificadas como ‘anticorreistas’ y compartiendo aspectos centrales de agenda: promover y proteger la inversión extranjera, bajar impuestos, blindar la dolarización, eliminar la Ley de Comunicación y redefinir o eliminar el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, función del Estado creada con la Constitución de 2008”.

“Desde este frente, en las elecciones se atacó no sólo a Alianza País y sus candidatos, sino a la institucionalidad democrática y electoral. Las falsas y anticipadas denuncias de fraude se combinaron con acciones de creciente violencia, el Consejo Nacional Electoral fue sitiado, aplicando similar libreto de ofensiva contra lo público y ‘post verdades’ de las derechas de la región. La respuesta a esta ofensiva se encaminó precisamente desde la institucionalidad democrática, la movilización política de Alianza País y de la ciudadanía, tomando la iniciativa de un recuento parcial de votos para disipar cualquier sombra de duda”.

“En este marco, el resultado obtenido reflejaba la voluntad popular de dar continuidad al proceso de cambio así como defender la democracia y sus instituciones. Siendo así, sorprendió que una vez en el poder, el nuevo Presidente Moreno propiciara diálogos y acuerdos precisamente con quienes habían asediado la democracia y buscaban imponer su voluntad por sobre las decisiones electorales, esto es los partidos de derecha y la élite empresarial, muy interrelacionados”.

Destaca, en esta primera fase, “una confusión entre derechos e intereses. El discurso de posesión presidencial aludió como asuntos de igual carácter y jerarquía los derechos ciudadanos y humanos en general y los intereses de sectores empresariales. ‘Nada sobre ustedes sin ustedes’ fue su máxima y se refirió a una política de consulta de decisiones en cada campo con los respectivos sectores, asumiendo que en el frente económico y productivo esos sectores eran los empresariales. Este enfoque y línea de acción ha dado lugar a una inusitada influencia y creciente poder de dichas élites en la agenda pública”.

Pasando al plano más organizativo político, señala “la confusión entre la búsqueda de un estilo propio de ejercicio del gobierno y el ataque progresivo a Alianza País, la descalificación de los resultados del gobierno anterior y de las personas que estuvieron al frente. Desde esta inexplicable postura de descalificación, en un primer momento el Presidente electo no asumió el rol que le correspondía como Presidente de Alianza País, generándose una inflexión y un vacío respecto del liderazgo ejercido por su antecesor, de singular importancia para cohesionar un movimiento político cuya composición incluye grupos y facciones distintos. En un segundo momento ha dado un giro, buscando presencia y control de ese espacio. Esto sucede cuando ya la dirección del partido, vista como ‘correista’, en aplicación de sus reglamentos le retiró de esas funciones por incumplimiento y nominó un reemplazo. El conflicto abierto no ha hecho más que escalar y coloca a la organización al borde de una fractura inminente”.

La Consulta Popular propuesta en el corto plazo es también valorada como parte de las confusiones. “Si el mandato electoral era fortalecer el proyecto político ¿se justificaba llamar a una consulta, asumiendo como propias tesis del ex candidato finalista Guillermo Lasso del partido CREO?, ¿era necesario integrar la perspectiva de otro ex candidato, que ha sugerido que el Presidente debe mostrar un caudal electoral ‘propio’ y diferenciado de Alianza País? En todo caso, dado que la mayoría de preguntas se refieren a temas diversos, que podrían ser procesados por otras vías institucionales, se interpreta que lo medular apunta a eliminar la posibilidad de reelección futura de Correa”.

Pero las confusiones no sólo se observan en el frente de gobierno, en sus iniciativas, dice. “La opción de Alianza País de ventilar inmediatamente las diferencias de manera pública y confrontativa, sin recurrir a mecanismos organizativos y políticos internos que lleven a retomar una conducción orgánica, ha llenado de estupor a sus bases, que por varios meses se vieron paralizadas. Así mismo, la voz del ex Presidente lejos de ofrecer una lectura más estratégica, que oriente salidas y muestre un horizonte, ha quedado presa de reacciones airadas a lo que se ha considerado ya como una ‘traición’. Los espacios para disputar, en el buen sentido, la conducción del gobierno y del proceso, se han desgastado rápidamente dejando un camino despejado para que otras fuerzas e intereses procuren aprovechar el capital político generado e incluso la titularidad de loa avances de la década, hoy denostados en declaraciones de gobierno si bien hay líneas de continuidad parcial”.

“La confusión entre declaraciones generales y acciones concretas en la política pública también es evidente. Importantes cuadros de la RC se mantienen en el gabinete actual, al parecer buscando, cada uno en su ámbito, consistencia y continuidad programática, en momentos que ésta ha ha dejado de ser unívoca y se observan líneas sectoriales diferenciadas. La importancia de su presencia y de su trabajo se ve, sin embargo, desdibujada cuando son precisamente estas figuras las que han asumido roles de disputa en el frente político, elevando aún más la imagen de pugnas entre quienes en su día fueron compañeros del mismo proyecto. Se neutraliza así la presencia de quienes podrían jugar un rol de garantía de solidez y coherencia con un proyecto que va más allá de grupos, sectores y personas”.

“Una mirada de corto plazo, volcada sobre sí mismos, con temas y adversarios equivocados, parecen enceguecer a los protagonistas de semejante disputa, de la que más pronto que tarde ninguno de los sectores será ganador. Ya la derecha, que perdió las elecciones, ha ganado de varias maneras, en tanto la tesis de fortalecimiento de lo público en función del bien común cada vez más se erosiona”.

“La presencia de Rafael Correa a propósito de la Convención Nacional de Alianza País convocada para inicios de diciembre, ofrecería la oportunidad de tratar ‘casa adentro’ el conflicto, evitar un desborde definitivo y reorientar la gestión de gobierno”.