OMAL

Informe OMAL nº16: “La banca pública en España: diagnóstico y propuesta de actuación”

Fernando Heredia García (OMAL-UCM, mayo de 2015)

Martes 16 de junio de 2015

En un momento como el actual, en el que se han puesto de manifiesto tantísimas deficiencias que caracterizan a la banca privada y al resto del sistema financiero, es la hora de aportar nuevos elementos a un debate completamente necesario: el de la pertinencia e idoneidad de una banca pública en España.

Hoy en día no se incurriría en una falsedad al afirmar que España no cuenta, en términos prácticos, con ninguna entidad de banca pública al alcance de la mayoría de la sociedad. No obstante, la historia nos indica que no siempre ocurrió así. La evolución histórica del sector bancario español, de hecho, muestra que las entidades de banca pública, al contrario de la creencia comúnmente extendida, han sido muy potentes y mayoritarias durante gran parte del periodo histórico reciente. Sin embargo, han sido las decisiones políticas –impulsadas por la expansión ideológica de posturas neoliberales, tan críticas hacia la intervención pública en la esfera económica– y no los resultados económicos de estas entidades las que han provocado la reducción y cuasi desaparición de la presencia pública en el sector financiero en España.

Es por ello por lo que, desde este documento, se aboga por la creación de una banca pública en el Estado español. Los motivos por los que es pertinente y necesaria dicha entidad de banca pública se recogen y clasifican en tres ámbitos: económico, social y democrático. Asimismo, se citan ejemplos de éxito de banca pública en una serie de países de distinta índole, remarcando la total viabilidad de la propuesta recogida en el presente documento. En base a esta justificación, se exponen una serie de ejes fundamentales de actuación así como medidas concretas de acción en aras de lograr la implementación de dicha banca pública en España.

El espíritu de dicha propuesta se basa en una concepción del sistema bancario, y concretamente crediticio, como un servicio público y no al servicio de intereses especulativos. La participación ciudadana, la importancia de aspectos los sociales frente a los exclusivamente financieros y la total transparencia en el funcionamiento de dicha entidad son sólo algunos de los pilares sobre los que se basa la presente propuesta.

 

  • Autor: Fernando Heredia García
  • Revisión: Pedro Ramiro
  • Maquetación: Alba Onrubia García
  • Fecha: mayo de 2015

El presente informe es el resultado de un trabajo de investigación realizado por el autor en el Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) durante el curso 2014-2015 en el marco de las prácticas del Máster de Economía Internacional y Desarrollo de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

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Introducción

A la hora de abordar cualquier debate de índole económica, pocos conceptos han sido, y de hecho son, más controvertidos y discutidos que el de banca pública. Es innegable que sea así debido a la elevada carga ideológica que intrínsecamente posee. Sin embargo, la reciente crisis financiera internacional ha puesto de manifiesto una característica esencial del sistema económico capitalista bajo el que actualmente vivimos: el crédito es un elemento fundamental dentro del proceso de acumulación de este sistema. Esto es así debido a la enorme contracción que ha experimentado el crédito a nivel mundial como consecuencia del estallido de dicha crisis. Así las cosas, y como suele ocurrir en todas las etapas económicamente difíciles, se han puesto de relieve deficiencias estructurales que ya existían anteriormente. Esta reciente crisis financiera ha servido para demostrar –una vez más– que quien controla el sistema financiero es capaz de controlar el resto de la economía.

Ha quedado patente el carácter amplificador de las crisis que poseen los bancos. En otras palabras: en periodos expansivos la oferta de crédito crece exponencialmente con una exigencia sobre los prestatarios reducida a la hora de otorgar nuevos créditos; sin embargo, en etapas recesivas las exigencias a la hora de conceder nuevos créditos se disparan y el flujo de crédito decrece al mismo ritmo que aumentó en periodos de bonanza anteriores. Consecuentemente, es la propia lógica de funcionamiento bancaria la que intensifica tanto los periodos de bonanza como los de recesión económica.

En definitiva, la reciente crisis financiera no ha sido más que la exteriorización de un problema de base: la mayoritaria apropiación privada del sistema crediticio a nivel internacional, constituyendo ésta la principal vía de financiación de cualquier actividad económica. Esta ingente apropiación privada del crédito ha provocado, en primer lugar, la consecuente paralización del crédito al resto de sectores de la economía –lo cual es consecuente, en periodos de recesión económica, bajo decisiones únicamente de rentabilidad financiera–, con la evidente paralización y deterioro del resto de la actividad económica –industrial, servicios, etc.– en general. Además, el dejar en manos privadas –y de forma cada vez menos regulada por los propios Estados– la capacidad de otorgar créditos al resto de la economía ha favorecido la agrupación de las entidades financieras en grandes corporaciones multinacionales con capacidad para imponer sus propios intereses frente a los Estados. Y finalmente, en tercer y último lugar y profundamente relacionado con el anterior punto, este exponencial aumento de tamaño de las entidades bancarias ha provocado que surja la muy extendida creencia del ‘too big to fail’ –demasiado grande para caer–. Como es evidente, el hecho de que la desaparición de entidades de dicha envergadura sea un problema a evitar es directamente conectable a la naturaleza de las medidas que se tomaron por parte de casi todos los gobiernos de países profundamente afectados por la crisis: se debía rescatar a las entidades bancarias fuese cual fuese el coste en términos presupuestarios para el erario público.

Resulta bastante evidente que el debate acerca de la conveniencia o no de una banca pública capaz de actuar bajo una lógica diferente a la de la banca privada es algo muy necesario hoy en día. No obstante, antes de abordar el tema en cuestión con cierta rigurosidad es pertinente dotar de significado a una serie de conceptos que se expondrán en el presente trabajo. Es indispensable aclarar de qué se habla cuando nos referimos a una banca pública.