Centro-Periferia

Las economías centrales son las que, al conseguir retener en su seno los beneficios del progreso técnico, pueden articular su capacidad de producción con su capacidad de consumo. El desarrollo del sistema de crédito y del sector exterior define una serie de relaciones que tienen por objeto cubrir las necesidades del mercado interno.

En cambio, las economías periféricas son aquellas que no pueden retener los avances en productividad en su seno, sino que se fugan a través del comercio con los Centros por un intercambio desigual y el endeudamiento externo. La capacidad de producir, determinada por las necesidades de los mercados externos, no se puede articular estructuralmente con la capacidad de consumir, ya que la distribución de la renta está hipotecada por la necesidad de competir internacionalmente con precios bajos. Su crecimiento endógeno está determinado, entonces, por las relaciones externas.

La polarización es lógica como producto de la “disciplina de mercado” global, que ha obligado al ajuste salarial en los Centros y, más brutalmente, en las Periferias, y por otra parte ha permitido el enriquecimiento de las clases capitalistas en los Centros y en algunas economías periféricas.

En definitiva, se impone la consideración de un nuevo agente en la estructura del capitalismo global, a partir de esta polarización: la semiperiferia. Los conceptos de Centro y Periferia se consolidaron académicamente con la aportación de Raúl Prebisch y posteriores análisis del enfoque de la dependencia y del desarrollo desigual (Martínez Peinado, 2010).

 


BIBLIOGRAFÍA:

  • MARTÍNEZ PEINADO, J. (2010): La estructura teórica Centro/Periferia y el análisis del Sistema Económico Global: ¿obsoleta o necesaria?, XII Reunión Internacional de Economía Mundial, Santiago de Compostela.