Portada del sitio > Sala de prensa > En los medios > Tour tóxico contra el lavado verde en la Cumbre del Clima

Tour tóxico contra el lavado verde en la Cumbre del Clima

Christian Martínez (El Salto, 6 de diciembre de 2019)

Martes 10 de diciembre de 2019

La COP25 ha sido patrocinada por compañías como Endesa o los bancos Santander y BBVA. Son multinacionales que destinan miles de millones de euros cada año a proyectos que están destruyendo la tierra.

Varias de las empresas más contaminantes españolas y que atentan contra los derechos humanos y el medioambiente están patrocinando la Cumbre del Clima de Madrid. Son responsables de numerosos conflictos socioambientales en todo el mundo y, como Maradona diciendo No a las drogas, lavan su imagen. Y lo más importante, aumentan su influencia en las negociaciones del clima.

El Toxic Tour de la COP25, arrancaba este 5 de diciembre, a las once de la mañana frente al palacio de la bolsa de Madrid, para señalar a estas empresas contaminantes marca España. “La bolsa refleja el poder económico y financiero del Ibex35 en la COP25. En el momento en el que confirmaron el traslado de la COP25 a Madrid, el Gobierno español solicitaba la financiación de la conferencia. Y la ministra en funciones para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, tocó las puertas del poder económico en España: el Ibex35”, decía Erika González, de OMAL (Observatorio de Multinacionales en América Latina).

“Es una magnífica oportunidad de ‘lavado verde’ para las principales compañías emisoras de gases de efecto invernadero y gracias a sus privilegiadas relaciones con el gobierno para hacer más atractiva su inversión, obtendrán deducciones fiscales por sus aportaciones. Es un negocio redondo”, concluía González.

Estación uno, la bolsa

En la escalinata de la Bolsa de Madrid despliegan unos paraguas negros con letras escritas en los que se lee: Toxic Tour. Y explicando cómo “el Ibex35 compra el clima”, los organizadores del tour dan lectura a nombres y datos de esas empresas contaminantes marca España.

“Iberdrola produce electricidad basándose en un combustibles fósiles, que es el gas. Aunque emite menos CO2 que el carbón y el petróleo, en 2018 produjo 24,6 millones de toneladas de CO2, contribuyendo al cambio climático”, denuncia la investigadora de OMAL. También recuerda el tétrico historial de vulneración de derechos humanos de la compañía. Como el megaproyecto hidroeléctrico Belo Monte en Brasil que ha desplazado a más de 25 mil personas y ha destruido una importante parte del Amazonas.

Pero la empresa más contaminante española es Endesa, “responsable del 9,3% de las emisiones de CO2. En 2018 produjo 61,9 millones de toneladas de dióxido de carbono y su empresa matriz Enel se enfrenta a cargos de corrupción y abusos de derechos humanos por sus operaciones en América Latina. El lobby de Enel en Europa se ha concentrado en debilitar la política climática a la vez que impulsa los mercados de carbono”, denuncia la investigadora de OMAL.

Segunda parada, banco Santander

El Tour Tóxico avanza escasos 20 metros a la segunda parada, el banco Santander. Despliegan un cartel con el lema “Bancos Fósiles, No Gracias”, en inglés, y toma la palabra Samuel Martín-Sosa, responsable internacional de Ecologistas en Acción. Describe a las grandes corporaciones como “un poder en la sombra” que favorece el cambio climático al invertir miles de millones de euros en nuevos proyectos fósiles.

“Sin dinero, no hay petróleo. Tiene que haber un mandato claro, dejar los combustibles fósiles sin extraer”. Martín-Sosa explica cómo cada vez dedican más recursos al “lavado verde”, recordando cómo Ana Patricia Botín sobrevolaba Groenlandia en un programa de televisión, mientras su banco realiza nuevas inversiones en nuevos proyectos de energía fósil. “El Santander alardea de dedicar 70 millones a la lucha del cambio climático, mientras destina 14.900 millones a explorar el Ártico, al fraking o a extraer gas natural licuado”.

Algo parecido ocurre con el BBVA. “Se jacta de destinar 22.000 millones de euros a inversiones sostenibles, mientras que destina un poco más, 23.000 millones, a combustibles fósiles. Desde el Acuerdo de París hasta ahora, el BBVA ha dedicado 12.800 millones de dólares a inversiones fósiles, de los cuales unos 4.600 millones son para nuevas inversiones, nuevos proyectos”, denuncia Martín-Sosa, que reclama un plan de desinversiones progresivo en línea con los acuerdos de París.

Tres, museo Naval

La tercera parada también está cerca, es el Museo de Naval de la armada española. La colombiana María Alejandra Escalante, de la organización Tierra Activa, narra cómo tras la colonización de América Latina, hace más de 400 años, la colonización no se ha detenido hasta el día de hoy. “En este Museo se recuerda a muchos de aquellos colonizadores, y hoy el dominio de nuestros territorios los tiene la economía global y los intereses corporativos. Son los gobiernos neoliberales de nuestros territorios los que han dejado vía libre a las corporaciones internacionales para explotar carbón, petróleo y minerales, financiados por bancos europeos”.

Escalante resume con un claro ejemplo la situación: “En Chile hay zonas de sacrificio. El gobierno dedica grandes áreas para la explotación de cobre, así es el mayor productor de cobre del mundo. Zonas de sacrificio donde comunidades rurales e indígenas ven cómo se destruyen sus tierras. Así, unos pocos se beneficiosa a costa de la destrucción de muchos de nosotros”. También recuerda a los centenares de líderes ambientalistas asesinados en todo el continente.

Museo del Prado, cuarta estación

La siguiente parada de este Tour Tóxico ha sido el Museo del Prado. Patrocinado por entidades responsables del cambio climático como denuncia Héctor de Prado, de Amigos de la Tierra. “Usan a las instituciones culturales y deportivas para lavar su imagen”, el mejor ejemplo vuelve a ser Endesa, que además de patrocinar el Museo del Prado, patrocina la liga de baloncesto y esta COP25.

Héctor de Prado denuncia que Endesa “está acostumbrada a que la legislación salga a la luz, una vez haya dado el visto bueno”. Y parece rentable, porque Endesa ha acumulado en 2018, 1500 millones de beneficios. También lo hacen en Bruselas, a través de su matriz Enel, “en el seno de la Unión Europea se gastan más de dos millones de euros para que 20 lobbistas intenten interceder en los pliegos de licitación en materia de energía y clima”. Los responsables de que esto ocurra, denuncia Prado, “serían las constantes puertas giratorias entre los gobiernos españoles y las grandes corporaciones”. Bastan dos ejemplos muy conocidos, el de Felipe González que fichó por Gas Natural, ahora Naturgy, y José María Aznar que lo hizo por Endesa.

“Endesa tiene un gran interés por cooptar el espacio en las negociaciones y tratar que este acuerdo de París, que se está todavía acabando de redactar, tenga el máximo número de cláusulas que les permita luego realizar sus negocios en el futuro. Hoy que es el día contra los mercados de carbono y Endesa es uno de principales promotores de este tipo de mecanismos que no deja de ser una falsa solución. Nos desvía del problema real, la reducción de emisiones contra el cambio climático” concluía Prado.

Y cinco, Ministerio de Agricultura

El Tour Toxico terminaba ante el Ministerio de Agricultura, donde Pascoe Sabido, de Corporate Europe Observatory, ha criticado la gestión del anterior Comisario Europeo de la Energía y Acción por el Cambio Climático, el exministro español, Miguel Arias Cañete, “dueño de hasta dos compañías petrolíferas” y que “mantuvo el 70% de sus encuentros con la industria fósil, generando claros conflictos de intereses”.

Aunque Erika González de OMAL no se muestra muy optimista ante esta COP25, donde “los políticos se mostrarán muy preocupados de cara a la galería, pero no tomarán medidas vinculantes”, menciona algunas soluciones posibles. “Las soluciones pasan por enfrentarse a estas corporaciones y las lógicas del colonialismo y los lobbys. Hay que sacar a estas corporaciones de las Conferencias de Naciones Unidas. Que tengan sus propios foros de empresas si quieren, pero que no estén presentes en las negociaciones ni en los patrocinios de las conferencias, porque son monedas de cambio que luego influyen en la toma de decisiones políticas”. Y para que esto ocurra, recuerda que, “es imprescindible la presión social para que adopten medidas vinculantes” y que sea obligatorio reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Finalizaba así un Tour Tóxico que recordaba cómo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), lleva 25 años abordando el problema, sin expulsar a los culpables de la ya, emergencia climática.

Las Organizadoras de este Toxic Tour han sido: Ecologistas en Acción, OMAL (Observatorio de Multinacionales en América Latina) y las organizaciones internacionales The Gastivists, Corporate Europe Observatory y BankTrack.

Ver en línea : El Salto, 6 de diciembre de 2019.


¿Quién es usted?
Su mensaje

Para crear párrafos, deje simplemente líneas vacías.


Twitter

Vimeo >>

PNG - 5.3 KB