Pintadas
María González Reyes
Domingo 27 de enero de 2019
Se dedicaba a borrar las pintadas de las calles. No por placer. Era su trabajo. En la furgoneta tenía todo lo necesario. Él conducía. Él aparcaba en la acera. Él borraba los restos que otros querían dejar en las calles de la ciudad. Primero borra las que tengan mensajes subversivos. Le recordaba, cada mañana, su jefe. Deja la ciudad limpia.
Un día la vio. Seca ya de lágrimas. Pintando.
HAY QUE ACTUAR COMO SI FUERA POSIBLE TRANSFORMAR RADICALMENTE EL MUNDO
No le dijo nada. Se volvió a subir a la furgoneta. Condujo hasta otra calle.
Por la noche volvió. Se sentó en la acera. Mirando de frente la pintada.
Le pareció que alguien más se sentaba a su lado.
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