Se llama Pepa
María González Reyes
Domingo 2 de septiembre de 2018
Se llama Pepa, pero dice que da igual su nombre. Lo importante es que representa a las mujeres que limpian los hoteles. Tenemos miedo. Dice. Salir a la calle da miedo y más si eres una mujer precarizada, de las que cobran 2 o 2,5 euros la hora por limpiar 25 habitaciones al día, por hacer 60 camas al día. Si eres de las que tienen contratos que pueden durar solo horas, según les interese a los dueños de los hoteles, según le interese al capitalismo.
Mujeres rotas con enfermedades que golpean a distintas partes de sus cuerpos. Pinchazo de Nolotil y vuelta al trabajo.
Yo superé el miedo porque me dieron la mano, porque me hicieron ver que no estaba sola. Dice.
Las Kellys somos tú y yo. Dice.
Y se quita las gafas porque llora. Y el auditorio, repleto de gente, se levanta en aplausos. Y el resto de los ponentes de la mesa se levanta en aplausos. Y ella llora.
El chico que está a su lado, que también tiene un trabajo precarizado, la acaricia.
Y del llanto sale la fuerza.
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