La situación actual de la cooperación

La cooperación internacional, en tanto que política pública de solidaridad, difícilmente encuentra encaje en este marco. De esta forma, y en el contexto de las contrarreformas estructurales que se imponen en la actualidad, la cooperación no está teniendo un destino diferente al del resto de políticas públicas -es decir, la privatización y la mercantilización- como las que tienen que ver con la sanidad, el agua o la educación.

Si observamos, a modo de ejemplo, el caso del gobierno español, podemos comprobar cómo el principio de coherencia de políticas para el desarrollo se ha dejado de lado para, en sentido contrario, apostar con fuerza por lo que vendríamos a llamar coherencia de políticas para el crecimiento económico. Así, el enfoque del desarrollo humano podría perder definitivamente su lugar en favor de un modelo de capitalismo inclusivo que, siguiendo con el caso de la cooperación española, se articula en torno al fomento de la marca España, el apoyo a la internacionalización de las empresas españolas y la puesta en práctica de la diplomacia económica.

En este contexto, el papel fundamental que podría cumplir la cooperación ya no es el de servir para la legitimación de la política exterior del país donante, como sí lo venía haciendo hasta el comienzo de la crisis financiera. Ahora, si bien no puede negarse que vaya a seguir desempeñando un rol secundario en la proyección de imagen internacional, la función esencial que cumpliría la cooperación internacional es la de contribuir a asegurar y ampliar la expansión de los negocios del sector privado por todo el mundo, con el objetivo de apoyar las estrategias de fomento del crecimiento económico capitalista.

 

VIDEO: “Crisis y cooperación internacional: perspectivas poco favorables para los movimientos sociales” (Hegoa-OMAL, 2013).

Crisis y cooperación internacional: perspectivas poco favorables para los movimientos sociales / Pedro Ramiro (OMAL) from OMAL on Vimeo.