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Río +20: La necesaria transformación ecológica, social y urgente de la ONU

¿Economía Verde? ¡Futuro Imposible!

Lunes 25 de junio de 2012

El texto de Río+20 es débil, pero aunque hubiera reflejado más acuerdos también habría sido un texto incapaz de guiar el cambio necesario. En Río 92, la lectura que se hizo ya era equivocada, al pensar que para alcanzar la sostenibilidad ambiental y la equidad social hacía falta más crecimiento económico.

El texto aprobado hoy vuelve a hacer continuos llamamientos a la necesidad de un crecimiento económico continuado cometiendo nuevamente el error de ubicar el crecimiento en el lado de las soluciones en lugar de en el de las causas.

El texto llega a afirmar que el desarrollo sostenible no se ha conseguido porque toda una serie de crisis alimentaria, económica, financiera, etc. lo han impedido. Como si estas crisis fueran una
especie de desastres naturales sobrevenidos y no estuvieran directamente provocadas por un sistema de acumulación y concentración creciente de la riqueza que se llama capitalismo. "No es posible el crecimiento económico infinito en un planeta con límites", afirma Erika González, portavoz de la Alianza "¿Economía Verde? ¡Futuro imposible!". Esta es la verdad incómoda que los líderes mundiales se empeñan en no mirar a la cara.

Algunas ONG se lamentan de que el texto no haya logrado introducir un concepto fuerte de Economía verde como el motor principal para eldesarrollo sostenible. Desde la Alianza "¿Economía Verde? ¡Futuro imposible!" no lo lamentan. "La economía verde representa la última coartada del capitalismo para incorporar al mercado los bienes naturales y las funciones ecosistémicas. Pero tampoco tenemos motivos para alegramos de que no haya una definición de Economía verde como la que pretendían los países industrializados, los grandes promotores de la idea. El capitalismo verde seguirá, a pesar de Rio+20, su curso en la agenda de las grandes corporaciones que la promueven y que se beneficiarán de ella, aunque no hayan conseguido el marchamo de oficialidad que buscaban en esta conferencia", sigue explicando Erika González.

Si algo ha dejado en evidencia Rio+20 es el poder creciente que tienen las empresas transnacionales para priorizar sus agendas políticas y económicas con el apoyo de los gobiernos nacionales y las instituciones internacionales. En esa misma lógica también se pone en evidencia la decreciente voluntad política que tienen los gobiernos para defender el interés público y lo común. La Economía verde no es una economía que trabaje para la conservación del Planeta y la equidad de las personas. "De lo que se trata es de que las grandes empresas transnacionales se apropien de los bosques, las tierras, la biodiversidad, etc., para crear nuevos mercados y gestionar, lucrándose, no solo esos recursos sino también las propias funciones que los ecosistemas realizan hoy de forma
gratuita, como la captación de carbono, la depuración del agua, la regulación del clima,..", denuncia Samuel Martín-Sosa.

Las Naciones Unidas defienden que el proceso ha sido transparente y participativo, pero eso es falso. La participación no es aparentar un diálogo que no existe, sino que implica ceder poder de decisión. La Conferencia oficial, sin embargo, ha sido sorda a lo que acontecía a escasos kilómetros en la Cumbre de los Pueblos donde miles de personas clamaban por un cambio de paradigma ante la crisis civilizatoria global en que nos encontramos. "Desde la sociedad civil hemos denunciado las estrechas relaciones entre las corporaciones y los gobiernos y el propio sistema de Naciones Unidas, que ponen en entredicho su legitimidad", concluye Samuel Martín-Sosa.

Nunca antes las Naciones Unidas habían sido un espacio tan débil y cuestionado. Nunca antes los gobiernos habían demostrado tamaña falta de capacidad política. Hace veinte años los gobiernos parecían, al menos, convencidos de que había que hacer algo urgente para solucionar la crisis social y ambiental. Ahora la sensación que transmiten a los ciudadanos es la de que no son ellos los que toman las decisiones y que eso les impide llegar a posicionamientos fuertes. ¿A quién representan las Naciones Unidas?

¿Economía Verde? ¡Futuro Imposible!


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